REFRIGERACIÓN POR
AIRE
La refrigeración pasiva es
probablemente el método más antiguo y común para enfriar no sólo componentes
electrónicos sino cualquier cosa. Así como dicen las abuelitas: "tomar el
fresco", la idea es que ocurra intercambio de calor entre el aire a
temperatura ambiente y el elemento a enfriar, a temperatura mayor. El sistema
es tan común que no es en modo alguna invención del hombre y la misma
naturaleza lo emplea profusamente: miren por ejemplo a los elefantes que usan
sus enormes orejas para mantenerse frescos, y no porque las usen de abanico
sino porque éstas están llenas de capilares y el aire fresco enfría la sangre
que por ellos circula.
El ejemplo de los elefantes se
aplica, entonces, a las técnicas para enfriar componentes electrónicos, y la
idea es básicamente la misma: incrementar la superficie de contacto con el aire
para maximizar el calor que éste es capaz de retirar. Justamente con el objeto
de maximizar la superficie de contacto, los disipadores o en inglés heatsinks
consisten en cientos de aletas delgadas. Mientras más aletas, más disipación.
Mientras más delgadas, mejor todavía.
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